El largo adiós (The long goodbye) Raymond Chandler, 1953
El largo adiós (The long goodbye)
Raymond Chandler, 1953
N.º de Páginas: 456
Traducción de Justo E. Vasco
Sinopsis Oficial
La novela se centra en la amistad que Philip Marlowe establece con un peculiar personaje, Terry Lennox, al que una madrugada ayuda a salir del país hacia México para descubrir a la mañana siguiente que es sospechoso de asesinar a su esposa y de que el propio Marlowe puede ser acusado de complicidad.
Resumen Detallado
Philip Marlowe, conoce a Terry Lennox, cuando éste sale borracho, con una chica, del club The Dancers. La chica lo deja plantado y Marlowe, lo lleva a su casa y posteriormente lo acompaña a la suya. Lennox era un tipo cortés, con acento inglés, de pelo blanco y cicatrices en la cara.
La siguiente vez en que se encuentran, Lennox está a punto de ser detenido, con un aspecto terrible, aunque no borracho. Acaban en casa de Marlowe donde Lennox se adecenta e indica a Marlowe que no tiene dinero y que quiere irse a Las Vegas, donde tiene un amigo, Randy Starr, que le ayudará. Marlowe le confiesa que es detective privado y que tiene un mal presentimiento en cuanto a Lennox y a la próxima vez que se encuentren. Éste le confiesa que la mujer que lo dejó plantado cuando se conocieron era su exmujer Sylvia y que se casó con ella por dinero. Lennox le pide que vaya a la estación de autobuses por una maleta que tiene allí. La maleta era cara y Lennox le pidió, antes de irse hacia Las Vegas, que la guardara en casa. Esa misma noche Marlowe, recibe una llamada de Sylvia Lennox, a la que comunica la marcha de su exesposo, y le reprocha que no le hubiese ayudado.
Unos días antes de navidad, Marlowe recibe un cheque de Lennox y una nota en la que le indica que ha vuelto a casarse con Sylvia y a través de las notas de sociedad, descubre que viven en una mansión que el anterior esposo de Sylvia había regalado a ésta, y que Sylvia es la hija del multimillonario Harlan Potter.
En marzo, Lennox llega a la oficina de Marlowe. Parece otro, más sobrio. Le pide tomar una copa en algún bar y ante su ofrecimiento, le pide que siga con la maleta. Hablan de Randy Starr, de quien Marlowe no tiene muy buenas referencias, y Lennox le indican que entre ellos, junto con otro amigo, hay un vínculo importante.
Desde ese día, Lennox aparecía cada tarde y acudían a cualquier bar, a tomar unas copas, hasta que Lennox se iba temprano a casa. Hablaron de su extraña relación de amistad, de Sylvia y sus amantes...
En mayo fue la última vez en que Lennox apareció. Esa tarde habló mal de su mujer y de su suegro y de su propio conformismo con la situación. Marlowe, molesto, lo dejó solo en el bar.
Un mes más tarde Lennox llegó a su casa de madrugada, con muy mal aspecto y una pistola en la mano, solicitándole que lo llevase a Tijuana, dónde tenía un vuelo reservado. Marlowe le pidió que no le contara nada, tanto si había cometido un delito como si tenía conocimiento de que se hubiese cometido uno. Lennox no contó nada con detalle, solo hablaba de que la doncella no encontraría a Sylvia en su habitación, sino en el pabellón de huéspedes. Contó que había llamado a su suegro diciéndole que se iba. Marlowe metió en la maleta que le guardaba lo necesario para el viaje y lo llevó al aeropuerto. Al despedirse Lennox le dijo que le había dejado cinco cheques al portador en su casa.
Al volver, dos policías esperaban a Marlowe. Le preguntaron cuándo había visto por última vez a Lennox, y le informaron que su esposa había sido asesinada y que Lennox era el principal sospechoso. Su cadáver, con signos de mucha violencia, había sido encontrado desnudo en el pabellón de huéspedes de su casa, y un criado había visto entrar allí a Lennox a la 1 de la madrugada. Los policías estaban allí, porque habían encontrado su número de teléfono anotado por Lennox. Ante la negativa a responder de Marlowe, le pegaron y se lo llevaron detenido. Allí, le interrogaron con violencia, pero no dijo nada. Dejaron de interrogarle cuando, desde arriba, explicaron a los policías que el caso ya no lo llevaban ellos.
Marlowe llevaba tres días en la cárcel, cuando recibió la visita de Endicott, un abogado caro que dijo que le representaría gratuitamente contratado por alguien anónimo. Tampoco contestó a sus preguntas y se negó a salir bajo fianza.
Posteriormente vinieron a buscarle desde la oficina del fiscal del distrito, donde llevaban el caso. Allí le solicitaron una declaración firmada, Marlowe se negó, aunque le dijeron que tenían testigos que lo habían visto llevar a Lennox a Tijuana y que sabían que había llegado a Otatoclán donde se había alojado en un hotel con nombre falso. Pese a ello, Marlowe siguió negándose a firmar ninguna declaración. Al final lo dejan libre y le informan que Lennox había firmado en el hotel donde se encontraba una confesión completa y se había pegado un tiro.
Un periodista, Morgan, se ofrece a llevarle a casa y le indica que duda de la versión del suicidio y que sospecha que detrás de todo está la mano del suegro de Lennox, Harlan Potter.
A la mañana siguiente el abogado Endicott, le llamó informándolo que aún se encontraba en un asunto peliagudo y que iba a desplazarse a Mexico, para llevar los trámites con el cuerpo de Lennox. También recibió la visita de Mendy Menéndez, quién le dijo que era un hombre muy rico, menospreció a Marlowe y le contó que era, junto con Randy Starr, el otro amigo con el vínculo del que le había hablado Lennox. Le explica que ese vínculo viene de la guerra. Lennox les había salvado la vida. Desde entonces, únicamente había recurrido a ellos para solicitarles un trabajo en Las Vegas. No entiende cómo, ante su último problema, Lennox había recurrido a Marlowe en lugar de a ellos. Le dice que quiere que el caso se quede como está y que deje a Lennox, tranquilo ya que está muerto. Sigue con sus menosprecios a Marlowe, quien le pega un golpe en el vientre, y le reta diciendo que ya sabe por qué Lennox recurrió a él en lugar de a Mendy, “hubiese sido como pedir dinero prestado a una prostituta”.
Al día siguiente Marlowe recibe una carta abultada de Lennox, desde México. En ella le explica que no mató a su mujer, que ha escrito una confesión y que está harto de su vida. Le envía un billete de 5000 dólares. Le indica que hay un buzón bajo su ventana y que ha pagado a un botones para que recoja la carta y la envíe. Antes Marlowe había recibido la llamada de un editor, Spencer, que le citó en el Ritz a la mañana siguiente.
En el Ritz, Spencer habla a Marlowe de Roger Wade, un famoso escritor que no puede terminar su último libro. Se está desintegrando por el alcohol y tiene arranques de furia, había arrojado a su esposa por las escaleras. A veces, desaparece durante varios días. Spencer quiere que Marlowe se establezca en casa de los Wade y proteja a Roger de sí mismo para que pueda acabar el libro. Marlowe no cree que sea un trabajo para él y lo rechaza. La mujer de Wade, que deja prendado a Marlowe, se acerca a la mesa en que están sentados y le ruega que piense en aceptar el trabajo, dejándole una tarjeta.
A la mañana siguiente, Marlowe recibe la visita de la señora Wade. Hablan del asunto de Lennox, al que conocían por un amigo común, y sobre todo hablan de Roger. De cómo es encantador, sobrio y terrible, borracho. De la posibilidad de que algo de su pasado le haga ser como es. Ella le informa que lleva tres días desaparecido y de que la única pista que tiene es un papel escrito a máquina en el que se menciona a un tal doctor V. Marlowe acepta el caso.
Marlowe, acude a un conocido en una organización denominada CARNE, que le ayuda con la identificación del doctor V, cogiendo los datos de tres doctores cuyo nombre empezaba con esa letra. Por otro lado, también le menciona, en relación a Lennox, que existía la posibilidad de que cinco años antes tuviese otro nombre, Marston.
La visita a los tres doctores no da los resultados que Marlowe esperaba, aunque en un segundo intento localiza a Wade en casa del doctor Verringer, dónde está teniendo problemas ya que el doctor le exige más dinero del que esperaba. Tras una intervención en una situación incómoda, Marlowe rescata a Wade, al decirle su nombre, Wade le menciona que conocía a Sylvia Lennox. Cuando deja a Wade en casa, se encuentra con la señora Wade a la que le dice que no había mencionado que conocía a la señora Lennox, ella se escusa y antes de irse, él la besa.
Tres días de asuntos rutinarios en su trabajo y al cuarto, Marlowe recibe una invitación de la señora Wade a una fiesta en su casa. Esa tarde, en el bar donde solía ir con Lennox, Marlowe conoce a Laura Loring, que resulta ser hermana de Sylvia Lennox. Ella le confiesa que su padre quería a Terry y que no se hablaba con Sylvia. Discuten al expresar Marlowe sus dudas respecto a su padre acusándole de no hacer nada por Terry ni por esclarecer su muerte. Al irse Linda le menciona que conoce a los Wade. En el bar, también se encuentra Agostino, que es guardaespaldas de Menéndez.
Marlowe va a la fiesta de los Wade. Es recibido por Candy, un mayordomo mexicano, que no le da buena espina. La señora Wade le agradece su presencia y le indica que Roger quiere verle en su estudio. Laura Loring y su marido, médico, también están en la fiesta. Roger le pide que acepte el trabajo y se vaya a vivir con él hasta que termine el libro, para evitar el peligro en sus borracheras. Al volver ambos a la fiesta, Roger tiene una agria discusión con el marido de Linda Loring, que le pide que no se acerque a su esposa. Al final de la fiesta Marlowe habla con la señora Wade que le insiste con que acepte el trabajo y luego con Roger, que le menciona que sabe lo del beso a su mujer y mencionó algo de su juventud. Marlowe regresó a casa.
Unos días más tarde, Roger le llama de noche, rogándole que fuese a su casa, oyéndose un estruendo después. Marlowe sale con prisas, y al llegar se encuentra la casa tranquila, con la señora Wade relajada diciéndole que Roger estaba por el jardín. Lo encuentra tirado y con magulladuras y logra llevarlo a casa pidiendo a Eileen que llamase a un médico. El doctor Loring lo examina con poca profesionalidad y Marlowe se lo reprocha, provocando una discusión entre ambos. Posteriormente, Candy, que vuelve a casa después de haber tenido la noche libre, le ayuda a acostar a Roger y realiza un comentario que hace que ambos se enzarcen en una pelea en la que Candy saca un cuchillo. Marlowe decide quedarse y cuando Roger despierta, dice no recordar nada y solo le pide que destruya algo que había escrito y que no quería que Eileen leyera. Cuando volvió a dormirse, Marlowe fue al estudió, e hizo una reconstrucción de lo que posiblemente hubiese pasado y encontró los papeles a los que se había referido Roger. Era un texto deslavazado que Marlowe leyó y guardó en su bolsillo.
Sonó un disparo y Marlowe encontró a Roger y Eileen luchando en la cama de él, por un revolver en la mano de ambos. Ella logra arrebatárselo. Roger explica que vio a alguien con un cuchillo atacándole, aunque Marlowe desprende que lo que pretendía era hacer creer que se iba a suicidar y se lo reprocha, echándole en cara que todo era un montaje. Eileen le recrimina diciendo que Roger está enfermo, pero Marlowe le dice que está cómo quiere estar. Al quedarse solos, Roger le pregunta por los papeles y hablan de ellos, mencionando a que Candy podría estar chantajeándolo y a una mujer, que bien podría ser la esposa de Loring, o su hermana, la mujer de Lennox. Roger vuelve a dormirse y al salir Marlowe ve abierta la puerta de la habitación de Eileen. Ella pronuncia un nombre y al entrar, parece confundirle con alguien al que lleva esperando diez años, y se le entrega besándole y luego desnudándose. El ruido de Candy bajando las escaleras evitó que pasara algo entre los dos, y al salir de la habitación, Candy lo miró. Marlowe se quedó en la casa bebiendo hasta dormirse.
Al despertar, Marlowe descargó el revolver que había guardado, lo descargó y volvió a dejarlo en un cajón del escritorio del estudio. Tuvo una discusión con Candy a quién acusó de sacar dinero a Roger y Candy le hizo ver que lo vio salir de la habitación de Eileen y que podría chantajearlo a él. Luego encontró a Eileen, quien parecía no recordar la escena entre ambos, aunque mencionado un sueño con lo que había pasado. Marlowe le dice que no sabe por qué le había buscado a él, ya que piensa que realmente Roger no le importa. Marlowe abandona la casa.
Marlowe se reúne con Harlan Potter, que le hace ver que cree que sigue con el tema de Lennox, y que ha cogido el trabajo de los Wade para seguir investigándolo. Le pide que lo deje estar. Está seguro de que Terry mató a Sylvia, aunque fuese accidentalmente al intentar arrebatarle la pistola, que era de ella, y que luego se ensañó con el cadáver para esconder el motivo de la muerte. Le dice no conocer a Mendy Menéndez ni a Starr. Y le amenaza con poder retirarle su licencia con una llamada de teléfono.
A la semana siguiente, es Roger quién le llama para invitarlo a almorzar. También recibe la llamada del tipo que había dicho al editor que Lennox había estado viviendo en Nueva York, bajo el nombre de Paul Marston, ratificándole esa versión. Llamó a la policía para verificar si estaban al tanto de los antecedentes de Lennox, pero le despacharon sin darle ninguna información, por estar el asunto cerrado.
Durante el almuerzo con Wade, Candy tenía el día libre, pero accedió a servir unos sándwiches antes de irse. Marlowe le da los papeles escritos por Roger que guardó. De ellos se desprende que Candy le chantajea y que un hombre bueno murió por su culpa. Roger piensa que Marlowe cree que él mató a Sylvia, puesto que se acostaba con ella. Roger no está seguro de nada. Sospecha que Marlowe se ha acostado con Eyleen. Buscan el revólver que guardó en el escritorio, pero no está allí. Creen que Eileen lo habrá escondido. Roger siguió bebiendo mientras Marlowe descansaba en la terraza durante un tiempo, encontrando después a Roger dormido. Marlowe decidió esperar a la llegada de Eileen, que llegó al tiempo llamando al timbre aduciendo que había olvidado la llave. Pasó a ver si Roger estaba bien y subió a su cuarto.
Marlowe entró en el estudio y descubrió que Roger estaba muerto con un charco de sangre y el revólver en medio. Pensó que se había suicidado mientras él estaba en la terraza. Cerró el estudio y salió encontrándose con Eileen. Tomaron el té y ante las observaciones y preguntas de Marlowe, Eileen supo que algo había pasado y corrió hacia el estudio. Marlowe llamó a la policía y ella les dijo que creía que Marlowe había matado a su marido.
Ohls, el policía que llegó a la casa interroga a Marlowe, quien le cuenta todo lo que sabe. Posteriormente llega el doctor Loring. Marlowe vuelve a casa y ya de noche es requerido por Ohls para que fuese enseguida. Fue interrogado por el capitán Hernández que puso en duda su versión de lo ocurrido unos días antes, cuando Roger había disparado, sobre todo en cuanto al tiempo que estuvo en la habitación de Eileen, en base a lo que había declarado Candy. Marlowe pidió un careo con Candy y terminó demostrando que mentía en cuanto a eso.
En la investigación judicial, todo pareció indicar que se iba a dictaminar que había sido un suicidio. Después de la comparecencia de Marlowe, Ohls le llamó para hablar con él, y le expuso la posibilidad de que Eileen hubiera tenido tiempo de matarlo si lo del olvido de las llaves no fuese cierto. Podía haber llegado antes, cuando Marlowe estaba en la terraza, matar a Roger, y volver luego llamando a la puerta. Una vez se fue Ohls, recibió la llamada de Howard Spencer, el editor, que se interesó por el caso. También llamó a Mendy Menéndez, que volvió a amenazarlo si no dejaba el caso Lennox, pero que le ratificó que fue compañero de Lennox en la guerra, concretamente en Noruega en 1942.
Marlowe llamó a su contacto en CARNE y le pidió que hiciese una investigación sobre Lennox, o Marston, o como quiera que pudiese llamarse durante la guerra. Marlowe le indicó la información que le había dado Menéndez.
Reunido con Spencer, Marlowe le expone la posibilidad de que Roger no se hubiese suicidado y la posible inculpación de Eileen, pidiéndole que fueran ambos a hablar con ella. Así lo hicieron y tras presionarla consigue la confesión de que su gran amor del que anteriormente le había hablado era en realidad Paul Marston y que, lógicamente, ella sabía que era Lennox. También reconoció que cuando se encontraron de nuevo, ella ya estaba casada con Roger y él con Sylvia y que lo dejaron estar. Marlowe le dijo que ella sabía que era Roger quién había matado a Sylvia. Ella le contesta que no lo sabía ya que él nunca lo reconoció, que ni siquiera lo recordaba. Posteriormente dijo que ella estaba allí y vio como Sylvia amenazó a Roger con una estatuilla que él le arrebató y comenzó a golpearla hasta matarla y que luego le ayudó a deshacerse de la ropa manchada de sangre que tiró al río en una maleta junto a las toallas usadas para limpiarlo. Roger no recordaba nada al día siguiente. Eileen se alteró cuando le preguntaron si había sido ella la que mató a Roger y los echó de casa. Antes de salir Marlowe desmontó todo lo que ella había dicho, ya que Sylvia había muerto de un disparo en su cama por lo que Roger no podía haber tenido sangre en su ropa porque los golpes con la estatuilla se le dieron a un muerto. Marlowe convence a Spencer de que no llamen a la policía hasta el día siguiente.
A la mañana siguiente, Marlowe recibe una llamada de Candy informándole de que habían encontrado muerta a Eileen. Había ingerido un tubo de pastillas, dejando una carta para Spencer, donde confesaba los asesinatos de Sylvia y de Roger, según supo en una posterior reunión con la policía, que además le proporcionó en secreto una copia de la misma.
Marlowe ofrece a un periódico el darles la carta, pero exige que la tienen que publicar íntegra. Un periodista advierte a Marlowe que ello podría ocasionarle problemas a Marlowe con mucha gente: el fiscal, Potter, Menéndez y Starr.
Linda Loring llamó a Marlowe previniéndole también de los problemas que podría haberse buscado.
A los pocos días Marlowe es capturado por Mendy, que con la intención de matarlo le da una paliza. En el último momento logra desembarazarse de él y lo reduce, con la ayuda de Ohls, que le confiesa que le estaban vigilando para capturar a Menéndez. Marlowe llama a Starr y le informa de lo que ha pasado y le pregunta si tuvo algo que ver con la muerte de Lennox, lo que Starr niega.
Marlowe había quedado en verse con Linda Loring. Pasan la noche juntos, incluso ella le invita a irse con ella a París ya que había iniciado los trámites de divorcio de su marido., pero se despiden amablemente a la mañana siguiente.
Marlowe va a visitar a Endicott, y le pregunta sobre la identificación del cuerpo de Lennox. Le enseña la carta que él le envió y le expone su visión sobre la incongruencia de la mención de un buzón de correos en un pueblo de dos calles como era Otatoclán. Marlowe observó en Endicott un gesto de incomprensión, que le pareció sincero, y se marchó.
Un viernes, al entrar en la oficina, un mexicano elegante estaba esperando a Marlowe. Se presenta como Maioranos y dice venir de parte de Starr. El mexicano le dijo que fue él quien envió la carta de Lennox y el último que le vio con vida, y se ofrece a darle información sobre las últimas horas de Lennox. Marlowe al poco detecta que se trata del propio Lennox, al que habían hecho una cirugía de reconstrucción. En Otatoclán, Randy y Mendy había urdido un plan para fingir la muerte de Lennox y engañar a Endicott. Lennox contó a Marlowe que sabía que Eileen había matado a Sylvia y que no quiso entregarla a la policía. Marlowe devolvió a Terry el billete de 5000 dólares y se despidieron sin que volvieran a verse nunca más.
Resumen
Marlowe, detective privado, conoce por casualidad a Terry Lennox, convirtiéndose en amigos. Lennox se casa por segunda vez con Sylvia Potter, hija de un millonario. Al tiempo, de madrugada, Terry se presenta en casa de Marlowe pidiéndole que le lleve a Tijuana. Al volver, la policía detiene a Marlowe porque se ha descubierto el cadáver de Sylvia y Terry es el principal sospechoso.
Lo sueltan cuando se descubre de Terry se ha suicidado en un pueblo de México dejando una confesión por escrito del crimen. Días después Marlowe recibe carta de Lennox en la que ratifica la versión de la policía y le manda un cheque de 5.000 dólares.
Marlowe acepta después el caso de Roger Wade, un escritor con problemas con el alcohol, del que su editor necesita que termine un libro. La mujer de Roger, Eileen, influye en que acepte el caso. Los Wade conocían a Terry y Sylvia. Roger Wade muere de un disparo en lo que parece un suicidio, aunque Marlowe sospecha de su mujer, que finalmente al ser descubierta, se suicida, ya que no solo es culpable de la muerte de Roger, sino también de Sylvia que era amante de Roger. Terry Lennox había sido el amor de su vida, volviéndose a encontrar cuando ya ambos estaban casados con Sylvia y Roger.
En realidad, Terry Lennox no había muerto en México, su suicidio había sido preparado por dos personas a las que salvó la vida durante la guerra y que ahora eran gánsteres con bastante poder. Con su nueva personalidad y estéticamente cambiado, visita a Marlowe quién de momento lo descubre, admitiendo Terry que su huida fue para inculparse en la muerte de Sylvia y salvar a Eileen. Se despiden para siempre.
Opinión personal
Típica novela negra de los 50, con buen ritmo y personajes complejos bien descritos por el autor. La trama es amena y se lee muy fácilmente.
Puntuación: 7/10
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